miércoles, 26 de febrero de 2014

¿Es capaz una persona con demencia de aprender?


¿Es capaz una persona con demencia de aprender? Hoy en Gerocognitiva intentamos dar respuesta a esta pregunta realizando un repaso a las características del aprendizaje en la vejez y los resultados de algunas investigaciones acerca de la conservación de esta capacidad en personas con demencia.

 Actividad de estimulación: Memoria


¿Es capaz una persona con demencia de aprender? Si bien hay un consenso general acerca del notable deterioro que la demencia provoca en dicha capacidad, a la hora de delimitar los déficit específicos de aprendizaje que este tipo de patologías llevan asociados, nos encontramos con escasos datos al respecto. 

Algunas de las investigaciones realizadas sobre este aspecto arrojan algo de luz positiva y afirman que la capacidad de adquirir información e interaccionar con el ambiente permanece en "distintos grados", incluso en fases avanzadas de la enfermedad. Son investigaciones basadas en tareas de laboratorio utilizando diferentes paradigmas de aprendizaje: condicionamiento clásico, aprendizaje motor, aprendizaje verbal y aprendizaje operante.

En el artículo que hoy os traigo haré un rápido repaso por las características de la capacidad de aprendizaje en personas mayores, para pasar a continuación a analizar la posibilidad de aprendizaje de personas con un proceso de demencia y las posibilidades terapéuticas que ello nos puede ofrecer.



APRENDIZAJE EN PERSONAS MAYORES


La capacidad de aprendizaje no es una capacidad que permanezca estática a lo largo de la vida de la persona, por lo que según el momento vital en que nos situemos nos encontraremos con una serie de particularidades que influirán en ella. De ese modo, el aprendizaje en la vejez, aún no existiendo un proceso demencial, lleva asociado unas determinadas características que lo definen. 

La vejez en sí es una época de cambios, aunque éstos no se producen igual ni con la misma intensidad en todas las personas. Estos cambios están relacionados con diferentes factores, como por ejemplo: 

• Modificaciones anatómicas y funcionales en el sistema nervioso y órganos de los sentidos.

• Modificaciones en las funciones cognitivas. 

• Modificaciones en la afectividad: pérdidas, motivaciones, personalidad. 

• Modificaciones relacionadas con el entorno social y actividades habituales. 



Los cambios más frecuentes que se suelen producir a nivel psicológico suelen estar relacionados con capacidades cognitivas, pero también afectan a otras áreas. Así podemos encontrar cambios en: 

Procesamiento de la Información: suele existir un enlentecimiento general que puede ocasionar un aumento del tiempo empleado a la hora de emitir respuestas. Se pueden establecer una serie de factores que pueden afectar negativamente al procesamiento de la información como son los estados de ánimo alterados o la ansiedad. 

Inteligencia: existen dos tipos de inteligencia: la fluida y la cristalizada. En el caso de Inteligencia cristalizada, relacionada con los conocimientos adquiridos previamente, no se modifica con el paso de los años. Sin embargo, la Inteligencia fluida, la cual se ocupa de procesar la nueva información y adquirir nuevos conocimientos, puede verse disminuida sobre todo en tareas que impliquen concentración, rapidez, atención y pensamiento inductivo. No obstante según los estudios sobre el tema, la disminución más significativa en la capacidad intelectual suele manifestarse a partir de los 70 años. 

Memoria: respecto a la memoria, en las modificaciones que se van produciendo con la edad, hay que tener en cuenta el tipo de memoria a la que nos refiramos. Así, mientras que la memoria a largo plazo se mantiene conservada, la memoria a corto plazo empieza a mostrar déficits. Esto supone dificultades para recordar hechos muy recientes manifestados frecuentemente en forma de olvidos cotidianos. 

Lenguaje: aunque la capacidad de lenguaje suele estar relativamente preservada con la edad, sí es frecuente la aparición de un enlentecimiento. 

Afectividad emocional: la vejez está marcada por las pérdidas (familiares, laborales, sociales, físicas, etc.). Estas pérdidas pueden afectar emocionalmente al individuo aunque dependerá de la personalidad y de su capacidad para enfrentarse a los cambios.

Todos estos cambios, pueden influir en cierta forma en el aprendizaje, pero a pesar de ello no existe un consenso global acerca de éste en la tercera edad y los efectos que la edad tiene en la capacidad cognitiva de los mayores. Sí parece estar más claro que la influencia de la cultura, el contexto y los factores socio-económicos, así como de las diferencias individuales, en las habilidades cognitivas de las personas de la tercera edad, pueden resultar determinantes. Un lugar muy importante es el que ocupa la motivación con la que la persona aborda la tarea de aprendizaje. De hecho, diversos estudios al respecto han demostrado que las personas de edad avanzada son capaces de obtener niveles de conocimiento iguales o mayores que los de las personas más jóvenes si disponen de una alta motivación para ello, pudiendo incluso compensar las ciertas limitaciones expuestas anteriormente.




APRENDIZAJE EN PERSONAS CON DEMENCIA


A pesar de que la demencia provoca un deterioro importante en la capacidad de aprendizaje, diversas investigaciones han demostrado que las personas con demencia pueden aprender mediante distintos paradigmas: condicionamiento clásico, aprendizaje motor, aprendizaje verbal o aprendizaje operante. 

Por ejemplo, mediante condicionamiento clásico, es posible producir una respuesta condicionada en personas con demencia en un estadio avanzado de la enfermedad. Se ha demostrado que este tipo de aprendizaje clásico está sólo ligeramente disminuido en pacientes con demencia

En el caso del aprendizaje de habilidades motoras (capacidad de aprender un conjunto específico de pasos para ejecutar una tarea concreta), las personas con demencia pueden mejorar después de varios ensayos usando tareas de persecución de rotor (Eslinger y Damasio, 1986).


En cuanto al aprendizaje verbal, cuando se pide a la persona con demencia que, por ejemplo, recuerde pares de palabras asociados, se suelen producir índices bajos de ejecución, necesitando gran cantidad de ensayos para retener una determinada asociación. Sin embargo cuando ambas palabras se encuentran relacionadas semánticamente, su ejecución mejora notablemente y se mantiene en el tiempo.

En relación al condicionamiento operante, estudios han demostrado que el comportamiento de personas con un estado avanzado de demencia puede cambiar, utilizando recompensas y con una influencia importante de la preferencia de la persona por el tipo de premio utilizado  (Ankus y Quarrington, 1972).



Implicaciones de la conservación de la capacidad aprendizaje en personas con demencias.

¿Que importancia puede tener la conservación o no de la capacidad de aprendizaje, aunque sea en una forma muy disminuida, en el abordaje terapéutico de una persona con demencia? La respuesta es: MUCHA. Que la persona sea capaz de aprender va a permitir al psicólogo especializado poner en marcha acciones dirigidas tanto a modificar aquellos aspectos problemáticos originados a raíz de la enfermedad como a intentar instaurar hábitos o conductas adecuadas en la persona con demencia.

Así por ejemplo, que la persona preserve la capacidad de aprendizaje motor, va a posibilitar que la persona pueda aprender a manipular objetos nuevos en un ambiente desconocido, o en el caso del aprendizaje verbal, que la persona sea capaz de responder ante indicaciones, como ocurre en los programas de orientación a la realidad.

Pero sobre todo, tiene un peso muy importante en la intervenciones basadas el condicionamiento operante, pues es la base de muchos procedimientos de terapia de conducta con los que se suelen abordar algunos de los problemas de comportamiento más habituales en la demencia: agitación, deambulación, déficit de comunicación, conductas de autoestimulación, etc.

Todo esto sería imposible si la capacidad de aprendizaje de una persona con demencia fuera inexistente. Sin embargo, puesto que el aprendizaje en estas personas tiene limitaciones muy severas al estar restringido a determinadas circunstancias, cuando el deterioro cognitivo alcanza niveles de moderado a severo, sólo podrán aprender asociaciones muy específicas con una muy reducida capacidad de generalización. No serán capaces, por tanto, de asimilar conceptos abstractos o adquirir habilidades complejas, necesitando entrenamientos de bastante duración (McEvoy y Patterson, 1989).


Fuentes Consultadas:





 ¿Qué tal si aprovechamos este artículo para ejercitar nuestras habilidades cognitivas?

 Capacidad estimulada: memoria


A rasgos generales, la capacidad de memoria se puede definir como la persistencia del aprendizaje a través del tiempo mediante el almacenamiento y la recuperación de la información.






 Instrucciones: A continuación, pulsando sobre la imagen, accederá a una lista con 12 palabras. Léalas varias veces durante 1 minuto. A continuación cierre la lista e intente recordar el mayor número posible de esas palabras que aparecen en ella (puede ser en un orden distinto al que aparecen en la lista). 


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